lunes, 29 de febrero de 2016

Peor para el Sol

Podría ser otoño o primavera. No lo tengo claro. Tampoco sé que hora es.
Lo que si tengo claro es que lo que está sonando es Joaquín Sabina. Y cruzo los dedos porque no te dé por susurrarme al oído que nos vayamos a tu casa,porque como recites las dos próximas frases de la canción se donde acabará hoy mi pintalabios. Y no quiero.
Pero tienes el lóbulo de mi oreja entre tus dientes y él hace una puta semana que no me llama, ni me escribe.
Y tú estas escribiendo versos con las yemas de los dedos sobre mis caderas y yo podría gemirte las cosas más tristes al oído esta noche.
Debería decirte que no, pero ya has pedido otros dos chupitos.
-Más jagger no- Te susurro tratando de no empezar a suplicarte mientras la luna siga en el cielo.
-Tranquila preciosa que es absenta.
Mi estupidez está de tu parte. Un trago, seguido de un jadeo.
Maldito poeta...
El maestro también parece de tu lado, Y joder, que bien bailas.
Creo que ahora si quiero llegar a casa sin pintalabios. Asi que las dos frases siguientes te las susurro yo a ti hasta que me callas con ese beso que lleva esperando este bar las últimas dos horas.
Ahora ponen una lenta (está claro que el camarero también quiere que follemos esta noche),y me agarro a ti porque básicamente no puedo con los tacones, porque llevo menos copas que tú pero ni tan borracha como estoy reconocería que tengo menos aguante. Y estoy dispuesta demostrártelo. Pero luego.
Por el momento me susurras lo que seguramente estabas escribiendo en la servilleta cuando pusieron Pereza y yo me vine arriba. Tengo que callarte rápido porque mi lengua ya echa de menos a la tuya, y porque como sigas igual me enamoras.
Subes las manos por mi nuca. No por favor. Ahí no. Llévame al baño y grítame el nombre de otra .Pero no enredes la mano de ese modo en mi pelo. No mientras me susurras eso sobre la luz de mis ojos, no mientras divagas sobre la longitud en besos de mis piernas.
La hemos jodido, como ahora susurres "ven" esto acaba en las Vegas.
Y creo que por suerte no eres aún consciente de que ya me tienes
-¿La última en mi casa nena?- preguntan tus labios acariciando mi oreja.
Mierda, sí que lo sabes.
Y obviamente asiento ,y me agarro de tu brazo como si fueras lo único que existe esta noche,como si mañana no fuera a arrepentirme.
Por el rabillo del ojo te veo darle propina al camarero y me entra la risa cuando vuelves a envolverme tarareando mis propios pensamientos.
-Te ha faltado la cerveza de un sorbo -rio yo estúpidamente y tú me callas con otro beso.
Qué tonta debo parecerte ,borracha y entre tus brazos; y que pedante me parece tu sonrisa de superioridad contra mi boca.
Pero esos chupitos y los gintonics que los precedieron nos han derrotado,han tirado todos los muros y ya solo estamos tú y yo, frente a frente.
No hay ni un alma en la maldita calle y cada vez que nos apoyamos en alguna pared me entran serias dudas de si llegaremos a tu casa.
Por suerte el alcohol te ha afectado un poco menos que a mí y aunque en el ascensor casi alcanzamos el séptimo cielo aciertas a arrastrarme al interior de tu piso y cerrar la puerta de una patada tras nosotros.
Ahora sí.
Que le jodan al autocontrol.
Son ya demasiados meses de indirectas.Lleva semanas fantaseando con arrancarme la lencería que convenientemente te dejo intuir ;y como no lo hagas yo voy a volverme loca imaginando si esa lengua trabaja también sobre la piel cómo lo hace sobre las palabras.
Nos comportamos como auténticos estudiantes en celo, joder, pues lo que somos.

Ya van cuatro.Y aún no hemos tenido la capacidad de llegar ni al sofá.
Ojalá morir aquí.
Que no llegue la mañana y tengamos que darle explicaciones al sol o peor a nosotros mismos.
Pierdo la cuenta, ya no caben más besos en esta historia.

Y sigues entre mis piernas,por la persiana entreabierta puedo ver amanecer por encima de tu coronilla. No me quedan fuerzas para tirar de tu pelo.
Luchamos como titanes pero finalmente el sueño nos vence
Se nos ha olvidado todo aquello que nos repetíamos una y otra vez para no llegar aquí.Ya no queda orgullo cuando me abrazas.Y el tiempo que estamos dormidos parece incluso podríamos llegar a querernos, que este enamoramiento que ha durado toda la noche podría prolongarse en el tiempo.

A ver si hay suerte y el día no se levanta vengativo. 

A ver si se alinean los astros y la vibración que sacude mi móvil mientras tú y yo dormimos no es él.

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